Los terribles accidentes en Fundidora Monterrey
El 5 de mayo de 1900 se fundó la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, un acontecimiento de gran importancia no sólo para la ciudad, sino para el continente, ya que fue la primera empresa de su tipo en Latinoamérica.
“La Maestranza” (como también se le llamó) fue uno de los aspectos que ayudó a Monterrey a convertirse en un punto clave en la industrialización y crecimiento del país.
La Fundidora representó además un punto clave en la generación de empleos, lo que favoreció la economía de miles de regiomontanos y de muchos foráneos que encontraron en la Sultana del Norte un lugar en el cual superarse.
Pero no todo fue positivo, en los terrenos en los que ahora se realizan actividades deportivas, recreativas y festivales musicales, murieron un sinnúmero de personas en terribles accidentes, producto de la falta de medidas de seguridad, los descuidos y otros aspectos.
Los accidentes de Fundidora
Entre los accidentes más comunes que ahí se registraban están los derrames de fierro fundido, quemaduras por vapor, descargas eléctricas, caídas, caídas de objetos, accidentes férreos, intoxicaciones, prensamientos, entre otros.
Lógicamente los más mortales eran los derrames. ¡Imagínense que una olla de vaciado (como las que ahora se encuentran en las fuentes del Parque Fundidora) llena de fierro fundido se voltee!
La muerte era automática, pues la “lava” prácticamente arrasaba con todo y no quedaban más que manchas en el suelo y los casquillos de los zapatos completamente fundidos.
De este tipo de accidentes hay varios que fueron muy comentados en su momento.
El que más se recuerda ocurrió el 20 de noviembre de 1971. Ese fatídico sábado murieron 15 trabajadores, luego de que se derramaron 25 toneladas de fierro fundido en el Horno 4, otras 2 personas murieron días después por las quemaduras sufridas.
El peligro no se limitaba al ardor, también ocurrían “muertes silenciosas”, les llamaban “los gaseados”.
Se trata de personas que morían intoxicadas por metano u otros gases que emanaban de los hornos, los cuales pocas veces eran percibidos por los trabajadores.
También se cuentan varios accidentes fatales por caídas a gran altura, producto de errores humanos o instalaciones defectuosas, como poleas o andamios mal instalados.
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Los accidentes terminaron con el cierre de la Fundidora el 10 de mayo de 1986, momento en que empezó un calvario, ya que miles de trabajadores se quedaron sin trabajo de la noche a la mañana y peor aún, quedaron con el “estigma” de haber trabajado para esa compañía.
En efecto, al cierre de “La Maestranza” se orquestó un “golpeteo” mediático en contra de los trabajadores, a quienes se culpó por el fin de la empresa.
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La mayoría vivió meses difíciles ya que en todos lados se les cerraron las puertas.
El tiempo pasó y donde antes se forjaban historias de sacrificio y se vivía mirando a la muerte de frente, pasó a ser un parque convertido en pulmón urbano y centro recreativo.
¡Así son las vueltas que da la vida!
En paz descansen todos los trabajadores caídos de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey.