Ignacio Zaragoza: texano de nacimiento, regio por adopción
Una de las figuras más reconocidas de la historia de México es el general Ignacio Zaragoza, gracias a la gloriosa victoria que obtuvo ante las tropas francesas (en ese entonces eran el mejor ejército del mundo) en la Batalla de Puebla, efectuada el 5 de mayo de 1862.
Pero por desgracia pocos saben aspectos sobre la vida personal de este héroe nacional.
Zaragoza, nacido en Texas y avecindado en Monterrey
Ignacio nació el 24 de marzo de 1829, en Bahía del Espíritu Santo, (hoy Goliad, Texas), territorio que en ese entonces pertenecía al estado de Coahuila y Texas.
Sin embargo, la familia Zaragoza Seguin decidió migrar hacia Matamoros en 1834, ante el ambiente hostil que prevalecía en Texas por las movilizaciones para independizarse de México.
Fue hasta 1844 que los Zaragoza se trasladaron hacia Monterrey para probar suerte, momento en el que Ignacio contaba con escasos 15 años.
Desde su llegada a Monterrey se puso a trabajar en una tienda localizada en la calle Morelos del centro de la ciudad y también entró a estudiar al Seminario, aunque no concluyó dichos estudios.
En 1846 llegó la Invasión estadounidense e Ignacio quiso tomar las armas para enfrentar a los extranjeros, sin embargo fue rechazado por su corta edad.
No fue sino hasta 1853 cuando fue aceptado en la Guardia Nacional (destacamento de Nuevo León) cuerpo armado fundado en 1846 por el en ese entonces Presidente de México, José Mariano Salas, el cual era administrado por cada estado y tenía un función complementaria a la del Ejército.
Así, Ignacio Zaragoza fue labrando una ascendente carrera armada, ingresando al Ejército cuando se ordenó que las Guardias Nacionales se fusionaran con con los militares.
Cabe señalar que el brillante militar se casó en la Catedral de Monterrey con la neoleonesa Rafaela Padilla.
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Desafortunadamente el inicio del matrimonio no fue nada convencional, ya que Ignacio no acudió a su boda por estar comisionado en una tarea militar fuera de la ciudad, por lo cual su hermano lo representó en la ceremonia nupcial.
Pasaron los años y Zaragoza continuó con su carrera militar ascendente, hasta llegar a su capítulo más brillante: la victoria sobre los franceses en Puebla.
Sin embargo la tragedia familiar de Ignacio fue impactante, ya que meses antes de la Batalla de Puebla, el 13 de enero de 1862, murió su amada Rafaela sin que él estuviese cerca de ella.
El héroe no tardaría en morir, pues el 8 de diciembre del mismo año falleció el general Ignacio Zaragoza víctima de tifus, contraído durante una campaña militar.
Ignacio Zaragoza fue texano de nacimiento, pero regiomontano por adopción.