Los municipios de Allende y Santiago son muy concurridos por sus atracciones turísticas y gastronomía, pero no sólo esto distingue a esta zona de Nuevo León, sino también la gran cantidad de habitantes de ojos de color.
“Los güeros de Allende” y “Los borrados de Santiago”, son algunas frases que se usan en Nuevo León para referirse a los pobladores de estos municipios.
Hay varias teorías sobre el origen de estas características físicas tan particulares, pero la más mencionada es la de un batallón francés que se asentó en esos territorios, pero ¿qué tan cierto es esto?
Soldados franceses prisioneros de guerra
La creencia popular indica que un batallón francés “se perdió” en la zona del llamado Cañón del Huajuco, alejándose del resto de las tropas durante la Invasión Francesa, aunque ningún historiador ha encontrado algún indicio que lo compruebe.
Lo que sí se ha podido comprobar es que un grupo de prisioneros de guerra franceses fueron ofrecidos como esclavos en Linares. ¡Así como lo lee!
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El historiador César Morado encontró una carta en el Archivo General del Estado en la que se habla de esto. La misiva data de octubre 1866 y fue emitida por la Secretaría de Gobierno de Nuevo León, dirigida al alcalde de Linares de ese entonces, Vicente Garza Benítez.
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“Con el Ciudadano Aniceto Saldaña, se remiten por disposición del Ciudadano Gobernador, treinta y cinco soldados entre franceses y austriacos de los hechos prisioneros en las batallas de Santa Isabel y Santa Gertrudis con el fin de que los reparta usted entre los ciudadanos acomodados de esa ciudad”, se establece en la carta.
Otras cartas fueron encontradas en el Archivo General del Estado, en el que se agregan los nombres de los soldados en cuestión y los gastos de traslado.
La carta con la lista de soldados franceses que fueron “repartidos” entre varios ciudadanos linarenses fue publicada en el libro “Dos Combates” de José Guadalupe Hinojosa, la cual presentamos a continuación.
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De esta manera, algunos suponen que con el paso del tiempo los prisioneros franceses adquirieron su libertad y se mudaron a las zonas de Allende y Santiago para establecerse.
Los judíos sefardíes
En 2017 se presentó una investigación en la que se rechaza la hipótesis del batallón francés perdido y se asegura que los “rasgos caucásicos” de los habitantes de Allende tienen su origen en los judíos sefardíes que se establecieron en el municipio en el siglo XVII.
“La herencia Sefardí: familias y sus descendientes que vivieron en la parte más oriental del Valle del Guajuco (sic), lo que ahora es Allende, Nuevo León” es el libro en el que se plasma la investigación genealógica realizada por varios especialistas en la materia.
El análisis genealógico realizado llevó a los investigadores a revisar actas bautismales de hasta 1616, en donde confirmaron que no hay presencia francesa, sino judía sefardí.
Otras hipótesis
Una hipótesis menos divulgada indica que los rasgos caucásicos surgen de un grupo de estadounidenses confederados que huyeron de su país tras la Guerra Civil y que encontraron en Santiago y Allende un área ideal en la cual rehacer su vida, lo cual tampoco ha sido comprobado.