Hace 11 años, el huracán Alex cambió la vida y la movilidad de muchos regiomontanos, empezando por el mercado dominguero en el río Santa Catarina, bajo el Puente del Papa.
Para quienes no pudieron conocerlo, o quienes quieran recordar cómo era, presentamos estas fotografías, tomadas por el periodista Pablo Pérez antes del Huracán.
Antes de la llegada del huracán “Alex”, el cauce del río Santa Catarina era muy distinto a como es hoy en día, prácticamente se transformó toda esa área de la zona metropolitana de Monterrey.
Antes de junio de 2010 había en el río la “Pulga del Puente del Papa”, así como canchas deportivas y complejos diversos, destacando el Parque Lineal Río Santa Catarina.
Este proyecto formaba parte de las acciones del Fórum de las Culturas y se materializó el 24 de noviembre de 2007; la obra consistía en el aprovechamiento de poco más de 9 kilómetros del margen norte del cauce del río, en el tramo del Puente de Gonzalitos hasta el Puente Guadalupe.
Ahí se colocaron una ciclopista, una vitapista, andadores y jardines, convirtiéndose en una atractiva opción para todos los regiomontanos, ya sea para hacer deporte o distraerse.
Esta obra tuvo un costo de 185 millones 252 mil pesos de inversión y tardó 10 meses en realizarse.
Durante la inauguración del parque, el en ese entonces gobernador Natividad González Parás reconoció que existía algún riesgo de daño ante un posible huracán, probabilidad que fue minimizada.
“Estamos conscientes de que existe algún riesgo eventual de que, con algún huracán fuerte, podamos tener algunos daños, algunos desperfectos. Es un riesgo calculado, pero decidimos hacerlo para que la gente lo aproveche”, declaró González Parás.
A pesar de las críticas y señalamientos de expertos, el proyecto se echó a andar y aunque en un inicio hubo una gran afluencia de personas, poco a poco los paseantes comenzaron a escasear.
Pero el golpe definitivo a este proyecto lo daría la Madre Naturaleza, cuando a finales de junio de 2010 llegó a la ciudad el poderoso huracán “Alex”, cuyas lluvias provocaron el despertar del río Santa Catarina, el cual se llevó todo a su paso, incluyendo el propio Parque Lineal. Hoy ya no queda nada de eso.
En las montañas del municipio de Santa Catarina se construyó hace varios años una obra que ha trascendido hasta nuestros días, la cual no estuvo fuera de la polémica, se trata de la Presa Rompepicos.
El origen de la Presa Rompepicos
Este proyecto surgió desde la década de los 90’s, pero no fue sino hasta el 2002, en el sexenio del gobernador Fernando Canales Clariond y el interinato de Fernando Elizondo, cuando se consiguieron los apoyos federales y se arrancó con su construcción.
La intención era colocar una cortina que impidiera la caída violenta de agua proveniente de las montañas de Santa Catarina, las cuales nutren el río del mismo nombre, para evitar inundaciones y tragedias como las ocasionadas durante el huracán Gilberto en 1988.
Es decir, se iría dosificando y controlando la cantidad de agua que bajaba de la sierra.
Esta obra quedó concluida en 2004, ya durante el mandato de José Natividad González Parás.
El diseño y estudios fueron realizados por la Facultad de Ingeniería Civil, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Esta obra consiste en una gran cortina de 71 metros de altura, 25 metros de ancho y más de 200 de largo, con una cimentación de 40 metros, colocada en una estrechez de la sierra, conocida como “La Garganta”.
A mitad de la cortina hay un ducto de 6 metros cuadrados, por donde circula el vital líquido.
Esta construcción puede llegar a almacenar hasta 90 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a dos veces la capacidad de la Presa de La Boca.
Tuvo un costo total de 530 millones de pesos, aunque originalmente estaba presupuestada en 350 millones de pesos, hecho que generó gran polémica y críticas.
Por otro lado, se criticó que con este proyecto varias poblaciones de la zona fueron afectadas.
De igual forma se señaló que el diseño de la UANL fue modificado y únicamente se dejó un orificio de desfogue.
Escudo de Monterrey contra la furia del agua
La Presa Rompepicos pudo contener la furia del agua durante varias tormentas y los huracanes “Emily” y “Alex”. Si esta obra no estuviese en pie, una realidad muy distinta se hubiera presentado durante el huracán ocurrido en 2010.
Presa Rompepicos, ¿en el abandono?
Gracias al paso de tiempo y a la llegada de lluvias torrenciales y huracanes, la Presa Rompepicos presenta grandes daños y requiere de la intervención del gobierno para darle su respectivo mantenimiento, hecho que ha sido señalado por especialistas, aunque por desgracia esto no ha sucedido.
Asimismo hay estudios que indican que se requieren más cortinas en la zona, aunque por el momento no hay ninguna obra considerada.
Así, a pesar del paso del tiempo y de las críticas, la Presa Rompepicos se mantiene en pie como el escudo de la zona metropolitana de Monterrey.
Se acababa el mes de junio de 2010 y parecía todo normal. Todo cambió cuando se anunció que un fenómeno meteorológico se estaba formando en el océano Atlántico, se trataba de “Alex”.
Los pronósticos indicaban que este fenómeno sería de grandes proporciones y que se internaría en territorio mexicano, aunque nadie calculaba la magnitud de lo que se avecinaba.
La transformación de “Alex” en huracán
El 24 de junio se observó que este fenómeno era bastante sui generis, ya que aunque el sistema atmosférico estaba mal organizado estaba cobrando mucha fuerza, pero no fue sino hasta el día 26 cuando aumentó de intensidad, subiendo a tormenta tropical, momento en el que recibió el nombre de “Alex”.
Pronto la situación cambió, este fenómeno tomó una fuerza increíble, convirtiéndose en una enorme masa de humedad de cerca de 700 kilómetros de diámetro.
Al tocar tierra por primera vez, en Belice y la Península de Yucatán disminuyó su fuerza, algo normal, por lo que la alarma se calmó un poco.
Sin embargo, el día 29 de junio, al circular por el Golfo de México, “Alex” se volvió a fortalecer.
Su volumen se amplió, llegando a alcanzar cerca de 900 kilómetros de diámetro y siguió su recorrido de manera lenta hacia el noreste de México, hasta que tocó tierra en Tamaulipas el 30 de junio.
El huracán “Alex” llega a Monterrey
La noche del 30 junio arribó Alex a Nuevo León. La expectación era mucha, debido al increíble tamaño de este huracán a pesar de que se encontraba en categoría 2.
La lluvia se hizo presente esa noche, primero de manera intermitente y de ahí un aguacero que se mantuvo por 38 horas, de acuerdo con cifras de Gobierno de Nuevo León.
Desde un día antes se cancelaron clases y actividades laborales. La preocupación era mayúscula, ya que si un “trauma” había (y sigue estando) en Monterrey es la tragedia del huracán “Gilberto”, así que se pensaba en esos momentos que se podría repetir un escenario parecido y esto se convirtió en realidad.
La devastación
Este huracán dejó un rastro de destrucción impensable.
15 muertos, más de 15 mil familias damnificadas y daños por 16 mil 896 millones de pesos. La mayor parte de la zona metropolitana y los sectores comercial e industrial quedaron parcialmente paralizados, por la inundación, los daños de calles y carreteras, así como los cortes de servicios.
La ciudad de Monterrey nunca volvió a ser la misma.
Nuevo León se recuperó
Afortunadamente, el empuje de los neoleoneses se impuso y Nuevo León se recuperó del desastre.
Ojalá que hayamos aprendido la lección y que si se vuelve a presentar un fenómeno de este tipo seamos responsables y precavidos.
El río Santa Catarina está vivo. Ha sobrevivido a los desastres naturales y a la contaminación.
De hecho, después del impacto del huracán “Alex” este río tuvo un renacimiento, convirtiéndose ahora en un ecosistema rico, que acoge a varias especies y flora que parecerían inimaginables para una ciudad como Monterrey.
Dentro de estas especies animales sobresalen la cantidad y diversidad de aves que han convertido a este lugar en su refugio temporal o como su hogar.
De acuerdo con la plataforma “NaturaLista”, en el río Santa Catarina se ha documentado la presencia de al menos 73 especies de aves de diverso tipo, incluyendo algunas que realizan un largo viaje desde Canadá hasta Monterrey.
Aves acuáticas en el Río Santa Catarina
Aunque muchos no lo imaginan, en este río abundan aves acuáticas que se han asentado ahí desde hace muchos años.
Entre este tipo de aves se encuentran una gran variedad de garzas, patos, cercetas, pelícanos, ibis, pijijies, zambullidores, gallineta, gallareta, avoceta y playeros.
Aves rapaces
En la zona del río Santa Catarina tambien se encuentran diversas aves rapaces, tales como el caracara, zopilote, águila pescadora, águila cola roja, aguililla gris, milano cola blanca, entre otras.
Otras aves
En este río también abundan otros tipos de aves, algunas de ellas de suma belleza.
Destacan la presencia de cardenales, dominicos, mirlos, colibríes, papamoscas, cenzontles, chipes, bienteveos, martín pescador, palomas, gorriones, chachalacas y algunas especies más.