Cuando escuchamos “Padre Mier” nos viene a la mente de inmediato la avenida localizada en el corazón de Monterrey y una estación del Metro, pero pocos saben con certeza quién fue él, qué hizo o qué importancia tuvo en la historia.
Un regiomontano indomable
El 18 de octubre de 1765 nació en Monterrey, Nuevo León, Servando Teresa de Mier y Noriega. Nació y vivió la primera parte de su vida en una casa localizada en lo que hoy es el cruce de las calles Morelos y Escobedo, en donde actualmente se encuentra un famoso restaurante.
Se formó en el seno de una familia acomodada, ya que su padre, Joaquín de Mier y Noriega, se dedicó al servicio público, llegando a ocupar la Gubernatura del Estado, de 1785 a 1789.
A los 16 años ingresó a un convento de la orden de los dominicos para iniciar con sus estudios teológicos.
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Desde temprana edad destacó por ser un joven brillante, de ideas muy profundas y avanzadas para su época, además de tener un carácter crítico, algo poco visto para un joven en aquella parte final del siglo XVIII.
Finalmente se ordenó en 1792 y logró una gran reputación como orador, gracias a su carisma, su tono tan particular de voz y lo agudo de sus pronunciamientos.
Sin embargo, este último aspecto le llevó a tener graves problemas con autoridades eclesiásticas y políticas, en especial un sermón que lanzó sobre la Virgen de Guadalupe en 1794.
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El Padre Mier negó la existencia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, asegurando que la presencia de la Virgen morena había surgido muchísimos años atrás, antes de la llegada de los españoles.
Por este hecho se le abrió un proceso y fue condenado a 10 años de exilio en Santander, España. También se le prohibió dar misa, cátedra y se le retiró el doctorado que había obtenido años antes.
Pero Fray Servando era tan indomable que se escapó del lugar en el que fue depositado y así fue perseguido y cada que era atrapado Mier se volvía a escapar.
Así anduvo errante por España, Francia, Inglaterra y otros países europeos. Aprovechó ese ir y venir para ver las transformaciones sociales y políticas del “Viejo Continente”, a la par de que se dedicó a escribir y hacer propaganda a la Independencia de México.
En Inglaterra conoció al guerrillero español Francisco Xavier Mina, a quien convenció de unirse a la causa independentista y juntos viajaron a México para unirse a los insurgentes.
Desafortunadamente en 1817 Mier vuelve a ser detenido y estuvo preso en San Juan de Ulúa. Nuevamente se volvió a fugar en 1821, ahora en La Habana, justo cuando era trasladado en barco hacia un nuevo destierro en España.
Después de este escape se fue a Filadelfia, en donde se mantuvo haciendo propaganda a la causa independentista.
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En 1822 vuelve a México al ser elegido diputado por Nuevo León , sin embargo vuelve a ser detenido, pero fue dejado en libertad cuando Agustín de Iturbide tomó el poder del país.
Fray Servando siguió siendo una de las voces más críticas y uno de los más férreos opositores a Iturbide por continuar con el Gobierno monárquico, por lo que sufrió el acoso del estado.
Gracias a su presión y la de otras figuras se logró la renuncia de Iturbide.
La vida de esta figura fascinante llegó a su fin el 17 de noviembre de 1827, en una habitación del Palacio Nacional. Falleció por causas naturales y de hecho presintió su muerte días antes, por lo que alcanzó a invitar a sus más allegados a su propio funeral.