“Los Peseros”: un retrato del Monterrey de los 80’s
En la década de los 80’s Monterrey se convirtió en una de las plazas cinematgráficas más importantes del país, gracias a que varias empresas productoras se establecieron en la Sultana del Norte y la escogieron como sede para diversas películas.
Una de las cintas más populares de ese momento fue “Los Peseros”.
Esta película fue dirigida por José Luis Urquieta y es protagonizada por “El Flaco” Guzmán, Rafael Inclán, Rosenda Bernal, Rómulo Lozano, “Chelelo”, Lucila Mariscal, entre otros actores.
La trama
En “Los Peseros” se narra la historia de dos hermanos capitalinos que acaban de salir de la cárcel por varios robos, quienes huyen del en ese entonces Distrito Federal, ya que al pelear con policía corrupto que los estaba extorsionando le provocaron la pérdida de un ojo.
En su huída llegan a la ciudad de Monterrey en donde buscan a un tío lejano para pedirle apoyo para llegar a Estados Unidos, sin embargo su familia ya había muerto por lo que deciden hacer una nueva vida en la Sultana del Norte.
Uno de ellos consigue empleo en la Fundidora de Fierro y Acero y el otro entra como chofer de una pesera de transporte público.
Sin embargo los policías de la Ciudad de México les siguieron la pista hasta Monterrey e inician una cacería contra ellos, sin embargo los peseros regiomontanos les dan su ayuda, desarrollándose una serie de persecuciones y escenas de acción.
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Una película entretenida
Sin duda alguna, esta es una película muy entretenida, en la que la comedia se fusiona con la acción y la música de ese entonces.
Las persecuciones fueron muy llamativas para la gente de esa época, pues no era tan común ese tipo de secuencias en el cine mexicano.
El Monterrey de los 80’s
https://youtu.be/PKiLBEHUPHU
Es muy interesante ver cómo era nuestra ciudad en esa época. El Centro de Monterrey luce muy distinto a como es hoy en día; también es impactante ver escenas de la Fundidora en operaciones, hoy convertida en un parque recreativo.
Obviamente para quienes vivieron a plenitud esa época resulta entrañable ver las locaciones y cómo ha cambiado la ciudad a prácticamente 35 años de distancia.